Los procesos nucleares son distintos a los físicos y los químicos: ahora son los propios átomos los que cambian y se originan otros nuevos, es decir, se modifican las magnitudes nucleares, Z (número atómico) y A (número másico).
Tipos de procesos en la materia |
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La vaporización es un proceso físico: las moléculas no cambian, sólo su estado de agregación |
La descomposición de agua es un proceso químico: cambian las moléculas pero no los átomos |
La fusión del hidrógeno es un proceso nuclear: ahora cambian los átomos y se produce un nuevo elemento. |
Los procesos nucleares más importantes son:
Los procesos de fisión y fusión van acompañados de un gran desprendimiento de energía. El primero se aprovecha en las centrales nucleares. El segundo no permite un aplicación controlada.
REACCIÓN DE FISIÓN NUCLEAR |
REACCIÓN DE FUSIÓN |
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Cuando se bombardea con neutrones un núcleo pesado como el uranio, se produce una ruptura o fisión nuclear de la que surgen núcleos más pequeños y dos o tres nuevos neutrones |
La fusión de dos isótopos de hidrógeno, 2H y 3H, da lugar a un núcleo de helio más un neutrón. Procesos de este tipo son los que tienen lugar en las estrellas |
Residuos radiactivos.
Son todos aquellos materiales que contienen núcleos radiactivos y para los cuales no está previsto ningún uso. Se pueden clasificar en función de su estado físico (gases, líquidos o sólidos), según el tipo de radiación que emiten (alfa, beta o gamma) o según su actividad (baja, media o alta).
Su almacenamiento plantea problemas graves ya que pueden mantener la actividad radiactiva durante miles de años. Actualmente se está investigando cómo eliminar estos residuos. De momento, las alternativas con más posibilidades pasan por la formación de vidrios, cerámicas o rocas sintéticas, las cuales se colocan en recipientes muy resistentes y se entierran a gran profundidad, en los denominados cementerios nucleares.
Isótopos radiactivos
Se suele hablar de la capacidad destructiva de las reacciones nucleares y de los riesgos que conlleva su uso, pero igualmente importantes son las aplicaciones beneficiosas de los isótopos radioactivos, denominados así porque su núcleo es inestable y emiten partículas α,β o radiación γ.
Las aplicaciones científicas e industriales de los radioisótopos son también numerosas, permitiendo comprender los mecanismos de ciertas reacciones químicas o determinar, por ejemplo, la autenticidad de pinturas antiguas.